«Freedom»: Franzen y las Reinitas Cerúleas

Que suene por favor «Master of Puppets«, que voy a hablar de Franzen.

Siempre me han gustado los escritores que consiguen inventar buenas historias, pero los que realmente me fascinan son los que hacen de la narración de cualquier historia una obra interesante. Este es el caso de Franzen: da igual si habla de los Lambert, de los Berglund o de la Reinita Cerúlea, siempre me parece interesante.

Porque al final todos los personajes de Franzen son una excusa: le sirven para radiografiar de manera sutil pero mordaz a la sociedad americana (y por extensión, a toda la sociedad «occidental») de manera transversal. Despedaza sin despeinarse a la familia media americana pero también la clase política americana, a las corporaciones, a los lobbies, los gobiernos… dejemos que sea el personaje de Richard Katz quien nos ilustre:

…and help try to persuade fourteen-year-olds that the look and feel of Apple Computer‘s products is an indication of Apple Computer’s commitment to making the world a better place. Becasue making the world a better place is cool, right?  And Apple Computer must be way more commited  to a better world, because Ipods are so much cooler looking than other MP3 players, which is why they are so much more expensive and incompatible with other companies’ software, becasue — well actually it’s a little unclear why, in a better world, the very coolest products have to bring the very most obscene profits to a tiny number of residents of the better world…. and that’s what I find so refreshing about the Republican Party. They leave it up to the individual to decide what a better world might be. It’s the party of liberty, right? That’s why I can’t understand why those intolerant Christian moralists have so much influence on that party. Those people are very anti-choice… I think the iPod is the true face of Republican politics.

Los Berglund son un reflejo: el mundo reflejado en las conciencias individuales de Walter Berglund, de Patty Berglund, de Joey Berglund o de Richard Katz. Es la sociedad pasada por el tamiz de los personajes. Es una crítica feroz a la globalización, a la sobre-población. Y es más efectivo que cien ONGs. Dejemos que sea Walter Berglund quien nos abra los ojos ante la carta de un restaurante:

He signaled to their waitress for another and then suffered through perusal of the menu. Between the horrors of bovine methan, the lakes of water-shed devastating excrement generated by pig and chicken farms, the catastrophic overfishing of the oceans, the ecological nightmare of farmed shrimp and salmon, the antibiotic orgy of dairy-cow factories and the fuel squandered by the globalization of procedure, there was little he could ever order in good conscience besides potatoes, beans and freshwater-farmed tilapia.

Y todavía no hemos empezado con la religión. ¿Qué opinará Walter de la religión? creo que esta frase resume perfectamente su opinión:

But the real problem is population pressure. Six kids per family versus one point five, People are desperate to feed the children that the Pope in his infinite wisdom makes them have, and so they trash the environment.

 

Al final, Franzen no deja títere con cabeza, hay para todos:

Clinton had done less than zero for the environment. Net fucking negative. Clinton just wanted everybody to party to Fleetwood Mac. «Don’t stop thinking about tomorrow»  Bullshit. Not thinking about tomorrow was exactly what he did to the country. And then Gore was too much of a wimp to let his green flag fly, and too nice a guy to fight dirty in Florida.

Los Berglund, como lo fueron los Lambert, no son más que marionetas con sentimientos que Franzen utiliza magistralmente para meterse en nuestras conciencias. Y digo con sentimientos convencido de que esa es una parte muy importante de «Freedom» y de la literatura de Franzen: se recrea en los sentimientos y en las contradicciones de sus personajes (todos ellos deliciosamente imperfectos) para obtener resultados que de otra manera no serían posibles. La relación entre Walter y Patty que es el centro de la novela, la amistad triangular entre Patty, Richard y Walter, los problemas de los Berglund con sus hijos Joey y Jennifer o la del mismo Joey con Connie. Todas ellas son las que soportan  en verdad el peso de la trama

Lo dicho: Master of puppets.

Jonathan Franzen's Freedom coverFreedom (Libertad)
Jonathan Franzen
Editor: Salamandra
Fecha de publicación: 01/10/2011
ISBN: 9788498383973

«Las correcciones»: retratando a los Lambert

franzenÉsta es la historia de los Lambert, una familia normal...así empieza la ficha de la edición española de  Las Correcciones y es mentira.

Efectivamente, la obra de Jonathan Franzen es la historia de los Lambert: de Alfred, Enid, Chip, Denise y Gary. Pero no son, para nada, una familia normal.

Alfred es el padre, un ingeniero del ferrocarril jubilado y aquejado de Parkinson al que le cuesta asimilar su nueva situación.

Enid es la madre, ama de casa, que quiere reunir a sus tres hijos en Navidad por encima de todo y que no quiere ver el Parkinson de su marido.

Chip es el hijo pequeño, profesor expulsado metido a escritor con síndrome de Peter Pan que le debe dinero a su hermana Denise.

Denise, la mediana, cocinera adicta al sexo que acaba liada con… bueno, que acaba muy liada.

Gary es el mayor, banquero atrapado en un matrimonio del que no sabe qué esperar y enfrascado en una lucha titánica ¿contra sí mismo? para llevar a su familia al completo a St.Jude por Navidad.

Queda claro que no se trata de una familia normal, como tampoco «Las correcciones» es una novela normal. Es, si acaso, brillante, agridulce, inteligente, ácida…

Es una obra brillante: el acabado es perfecto, todo encaja, el interés se mantiene durante toda la novela, es muy amena, está muy bien estructurada… como se dice en muchos foros, acabará convertida en un clásico.

Es agridulce porque juega constante y premeditadamente con los estados de ánimo del lector: salta de situaciones patéticas a momentos divertidos, de palabras tristes a frases llenas de un humor disparatado.

Es inteligente, de eso no cabe duda. Mientras lees, ves que Franzen explica la historia de los Lambert punto por punto, tal y como quiere. Y lo hace de manera ingeniosa, retando en muchos casos al lector a parar unos segundos y reflexionar.

Es ácida, corrosiva. Franzen despedaza a todos los protagonistas sin piedad y nos muestra sus miserias, sus virtudes…no esconde nada. No deja títere con cabeza, incluida la sociedad americana, las empresas americanas, los suecos, los noruegos, los lituanos, restauradores, médicos, banqueros, amas de casa, ingenieros, escritores… Franzen es como un ácido que arrasa con todo.

A mí, aunque supongo que esto es bastante personal, «Las correcciones» me ha hecho reflexionar principalmente sobre las expectativas. Las expectativas de los padres con respecto a sus hijos, las expectativas de cada hijo respecto a su vida, a su pareja, a sus propios hijos… Y es que Franzen da forma a la novela entorno a una gran expectativa: Enid quiere reunir a sus tres hijos en St. Jude por Navidad.  Pero claro, no va a ser fácil, nada fácil.

Las correciones
Jonathan Franzen
Colección: Biblioteca Formentor
Genero: Novela
736 págs.
PVP: 23,00 euros
ISBN: 84-322-1991-6