«El hombre que fue Jueves»: ordenados pensamientos anárquicos

Da gusto leer «El hombre que fue Jueves». En mi primera aproximación a la obra de G.K Chesterton he encontrado un autor con una narración vibrante, con un trasfondo político-sociológico importante y con ganas de usarlo y de hacernos pensar.

La historia de Gabriel Syme, poeta que se enrola en Scotland Yard para combatir el anarquismo es una historia rocambolesca, con acción trepidante, como una película de acción ambientada en el Londres de principios del Siglo XX. Desde que se infiltra en la organización anarquista dirigida por «el Domingo» y en la que entra como «el Jueves» (todos los miembros tienen nombres de días de la semana) hasta el final, las peripecias de Syme no dejan de sorprendernos, Londres arriba, Londres abajo, con personajes que no son lo que parecen, diálogos que son mucho más de lo que parecen e ironía a raudales.

Toda la historia es una lucha entre el orden y el caos, entre el bien y el mal; es una profunda reflexión sobre la condición humana, usando como hilo conductor la lucha entre el orden y la anarquía (no son los pobres los más interesados en el anarquismo, estos solo quieren gobernantes honrados, sino los ricos, que no quieren que nadie les gobierne). Me ha parecido que algunas de sus frases más célebres podrían seguir aplicándose hoy en día:

«Negamos la snob suposición inglesa de que los no-educados son peligrosos criminales. Recordamos a los emperadores romanos. Recordamos a los grandes príncipes envenenadores del Renacimiento. Decimos que el criminal más peligroso es el criminal educado. Decimos que el criminal más peligroso es el filósofo moderno totalmente carente de leyes. Comparado con éste, los ladrones y bígamos son gente esencialmente moral, y mi corazón está con ellos» (el policía).

Leo en la wikipedia que:

Aunque trata de los anarquistas, la novela no es una exploración o refutación de la filosofía anarquista; hace mención más a una especie de filosofía «anarquizante» que se distingue del anarquismo propiamente dicho y al que se hace referencia algunas veces no solo como rebelión contra el gobierno sino como una rebelión contra Dios, y como tal, se basaría en muchos aspectos del existencialismo o del nihilismo.

Yo, la verdad, no he llegado a captar esos matices ni mucho menos (quizás por eso soy de los que piensan que el final es, de alguna manera, desconcertante) y sin embargo me ha gustado y la he disfrutado de principio a fin.

El hombre que fue Jueves
Gilbert Keith Chesterton
Valdemar.
Col. El Club Diógenes # 140.
Madrid, 2006 (4ª edición).
Título original: The Man Who Was Thursday.
Traducción: José Rafael Hernández Arias.
311 páginas.

Dos reseñas mucho más extensas por si alguien se queda con ganas:

En Lothlórien y en L&B